Puedes conseguir bacalao desalado tanto con piezas enteras preparadas para cocer, como esqueixat (desmigado). Sin embargo, si lo deseas, puedes desalar tú el bacalao: es preciso que laves la penca con agua abundante para eliminarle la sal que la cubre. A continuación ponla en remojo con agua fría y con la piel hacia abajo y guárdala en la nevera. Cámbiale el agua cada 20 minutos aproximadamente. Para saber si el bacalao está al punto de sal, sólo tendrás que probarlo.
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