Un requisito indispensable al freír los alimentos rebozados es que el aceite esté a la temperatura ideal. Para saber si ya se ha calentado, tira un poco de rebozado y observa qué pasa. Tienes que procurar que el rebozado no se sumerja hasta el fondo. Si el rebozado se fríe rozando la superficie, sabrás que el aceite está a la temperatura ideal para freír sin quemar el rebozado. Si ves que se te quema muy rápido, es que el aceite está demasiado caliente, y se te quemarían tus chuletas de cordero empanadas. Por último recuerda que no es necesario cubrir totalmente el alimento en aceite para freírlo bien, con un poco es suficiente, ya que le vas a dar dos vueltas. ¿Lo probarás en las próximas recetas con rebozado que cocines? ¡Esperamos que te sirva!
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.