Si eliminamos la grasa y los nervios del pollo antes de cocinarlo, el plato resultante será mucho más ligero. Para hacerlo, necesitarás un poco de paciencia, pero solamente tendrás que disponer el pollo en una mesa de cortar y, con un cuchillo afilado, ir quitando las partes sobrantes.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel