Una manera de aportar más sabor y un toque exótico es usar jengibre.

Rállalo en sopas y verás como todo el mundo se sorprende. Para hacerlo, lo primero es pelar la raíz, rallarla y recoger el jugo que suelte en una taza. Después añade tanto el jengibre rallado como el jugo justo antes de servir la sopa, mezcla y conseguirás un sabor ligeramente picante y especiado.

 

Valora esta receta
Añade este artículo a tus favoritos Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado