A algunas personas no les importa, menos si hay otros ingredientes con los que pasan desapercibidos, pero si quieres que te quede una sopa sin grumitos, te compartimos un pequeño consejo.
Un truquito para evitar que se formen grumos en la sopa: añade la harina mezclándola con la cebolla en lugar de añadirla a la sopa directamente. Antes de añadir la cebolla a la sopa pásala por un bol con harina para que quede totalmente cubierta y luego sofríela con la mantequilla y el aceite de oliva virgen extra. Así evitas añadir toda la harina de golpe a la sopa y que puedan formar grumos durante la cocción. ¿Lo sabías? ¡Prueba este truco en otras recetas como la sopa de cebolla con huevo!
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