Pero, su sabor suave permite que se pueda incluir en una gran cantidad de recetas, lo que hace que puedas disfrazarla de múltiples maneras. Esta vez, nos hemos propuesto hacer unos San Jacobos de coliflor. Sí, porque es posible hacer San Jacobos sin libros de cerdo.
Sin embargo, para un San Jacobo bueno, bueno, hace falta su loncha de jamón y su queso para fundir. Esos dos ingredientes contribuirán a hacer que tu San Jacobo de coliflor sea un poco más sabroso. Por supuesto, puedes obviar estos ingredientes.
El San Jacobo, a pesar de su nombre tan castizo, tiene un origen suizo. Proviene de la ciudad de Basilea, y su nombre es en honor del patrón católico de la ciudad, Santiago-Jacobo-Yago. De ahí se extendió a la Península Ibérica gracias al Camino de Santiago durante la Edad Media. ¿Y sabes por qué se hizo tan popular?, Porque en la Edad Media permitía “descubrir” a los conversos, ya que ni judíos ni musulmanes pueden comer cerdo. Y hasta hoy ha aguantado esta receta, casi inalterable. Sin embargo, existe el denominado villeroy, que es el mismo plato pero con una capa de bechamel que se aplica antes del empanado.
Pero, como ya estamos haciendo un San Jacobo con coliflor, ya innovaremos en otra receta. Ahora, ponte manos a la obra y a por estos deliciosos San Jacobos.
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