Para hidratar las láminas de lasaña te vamos a aconsejar un truco muy sencillo que hará que la pasta no se te pegue.

Pon una primera capa de pasta y cúbrela con agua. Tras esto, tapa el agua con un poco de papel film y repite el proceso de poner la pasta y echar agua. Y listo, tendrás tu pasta hidratada y libre de pegotes.

 

 

Valora esta receta
Añade este artículo a tus favoritos Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado