Pierna de cerdo horneada

Machaca el ajo y mézclalo con la sal gorda y el comino en un recipiente amplio. Asegúrate de que estos ingredientes queden bien integrados, formando una pasta uniforme. Esta mezcla será esencial para realzar el sabor de la pierna de cerdo al horno. Al utilizar ajo, sal y comino, conseguirás un adobo que penetrate en la carne, brindándole el sabor rico y profundo que caracteriza a una pierna de cerdo bien preparada.

En un recipiente lo suficientemente grande, vierte el zumo de limón y sumerge la pierna de cerdo en él. Con la mezcla que preparaste en el paso anterior, unta la carne exhaustivamente, asegurándote de que cada rincón de la pierna de cerdo esté cubierto. Este proceso es crucial ya que el limón no solo agrega un sabor vibrante, sino que también ayuda a suavizar la carne. Deja reposar la pierna de cerdo al horno en la nevera durante aproximadamente 12 horas, lo que permitirá que absorba todos los sabores.

Una vez que haya pasado el tiempo de marinado, precalienta el horno a 300 grados Fahrenheit. Es importante realizar este paso para que la cocción sea uniforme. Saca la pierna de cerdo del marinado y colócala en una bandeja apta para el horno. Asegúrate de verter sobre la carne todo el jugo del adobo que quedó en el recipiente, ya que esto ayudará a mantenerla jugosa y sabrosa durante todo el proceso de cocción de la pierna de cerdo al horno.

Con el horno ya caliente, coloca la bandeja con la pierna de cerdo al horno en él y cocina durante un total de aproximadamente tres horas. Es fundamental rociar la carne con su jugo de cocción cada media hora. Este paso ayudará a mantener la carne húmeda y evitar que se seque, asegurando que cada bocado de la pierna de cerdo resulte tierno y jugoso. Recuerda que una cocción lenta es clave para obtener un buen desarrollo de sabores.

Para una mejor cocción de la pierna de cerdo, especialmente si prefieres que quede muy tierna, puedes cubrirla con papel de aluminio durante la primera parte del tiempo de cocción. Esto sirve para crear un ambiente húmedo dentro del horno, contribuyendo a ablandar la carne. Luego, retira el papel durante la última hora de cocción para que la superficie de la pierna de cerdo se dore adecuadamente, obteniendo así una textura más apetecible.

Una vez que la pierna de cerdo esté cocida, sácala del horno. Para conseguir un cuero dorado y crujiente, cubre la zona de la piel con papel de periódico que haya sido humedecido con agua. Este es un paso importante que requiere atención constante, ya que el papel no debe permanecer en el horno por mucho tiempo, dado que puede ser peligroso. La humedad generada ayudará a lograr el crujiente perfecto que todos deseamos en la pierna de cerdo al horno.

Deja reposar la pierna de cerdo por algunos minutos después de sacarla del horno. Este paso es fundamental ya que permite que los jugos se redistribuyan en la carne, asegurando que cada porción sea jugosa al momento de servir. Retira todo el papel que utilizaste en el proceso de cocción y de crujido, preparándola para el siguiente paso. Esto asegura que tu platillo inicie en un ambiente limpio y listo para ser presentado.

Corta la pierna de cerdo en trozos o en láminas, según prefieras, y sírvela en una fuente bonita. Este platillo queda fabuloso acompañado de unas patatas asadas o una ensalada fresca, resaltando aún más su exquisito sabor. No olvides guardar un poco del jugo de cocción para rociarlo sobre la carne al servir, lo que le dará un toque extra de sabor. Así, podrás disfrutar plenamente de una deliciosa pierna de cerdo al horno con tu familia y amigos.