Rodaballo al horno

En una sartén grande u olla antiadherente, vertemos el aceite de oliva y el aceite ahumado y, a fuego medio, freímos las patatas cortadas en rodajas, la cebolla en juliana y el pimiento rojo en tiras, que salpimentaremos generosamente con la sal maldom y la pimienta recién molida. Cuando la cebolla esté transparente y la patata pueda cortarse con el canto de una cuchara de madera (sin deshacerse), echamos el ajo muy picado y, cuando desprenda aroma intenso sin quemarse, retiramos del fuego y escurrimos.

Engrasamos una fuente refractaria de horno, ya sea con margarina/mantequilla o con aceite, y hacemos una cama con la combinación de patatas/cebolla/pimiento. Situamos sobre la misma los tomates finamente cortados en rodajas.

Restregamos el rodaballo por ambas caras con la margarina o la mantequilla y lo salamos igualmente con sal maldom (ahumada, a ser posible).

Lo depositamos sobre la cama de patatas y otras verduras y lo introducimos en el horno previamente precalentado a 200 grados. Aquí es donde hay muchas diferencias, dependiendo del horno. En hornos modernos con ventilador, la temperatura estará mejor situada en los 180-190 grados.

Dejamos que se hornee durante un tiempo, que dependerá precisamente del tipo de horno. En hornos con ventilador, el tiempo suele oscilar entre los 25 y los 30 minutos. En hornos sin ventilador, el tiempo puede ascender hasta los 45 minutos.