Berberechos en salsa

Lo primero en esta receta de berberechos en salsa es limpiar estos ricos moluscos. Para hacerlo correctamente, dales un agua debajo del grifo y luego sumérgelos en un bol con agua fría y sal durante al menos una hora. ¿Por qué los ponemos en agua salada? Pues porque, de esta forma, los berberechos tragan el agua limpia y expulsan los restos de arena y otras suciedades.

Sería fantástico incluso usar agua propia del mar, pero no todos tenemos esa suerte. Así que en un bol con un puñado de sal nos sirve. Recuerda mover un poco los berberechos alguna vez con las manos para facilitar que pierdan la arena.

Pasado ese tiempo, escúrrelos bien. Puedes usar para secarlos un paño o un trapo de cocina limpio. ¡Y ha llegado la hora de abrirlos!

Para hacerlo, ponemos en una cazuela vermouth blanco, unas rodajas de limón y una hojita de laurel. Cuando hierva, echa los berberechos. Los dejamos hasta que veas que se abren. Tardan solo un par de minutos, ¡así que estate atento!

Los berberechos son una delicia tan delicia que formas de prepararlos hay a porrones. Si a la próxima quieres variar, esta receta de berberechos al ajillo está increíble.

Llega la hora de hacer la salsa. En una cazuela baja, calienta aceite y sofríe la cebolla roja cortada a trozos pequeños a fuego lento. El fuego lento es importante para que no se nos queme. Enseguida, añade la guindilla cortada que le va a dar un puntito picante bien rico y la pastilla de Avecrem desmenuzada. Cuando veas que se va haciendo, es el momento de echar la harina y dale vueltas con una cuchara de madera para que todo se mezcle correctamente.

Lo siguiente que vas a hacer es echar el vermouth para empapar con su sabor los ingredientes de la salsa y después le añades el caldo de los berberechos. Estamos prácticamente en la recta final.

Deja que la salsa ligue bien y se reduzca el alcohol. Al hervir, vierte los berberechos pero ten cuidado por si quedara arena. Comprueba antes que han quedado limpitos. Una vez en la cazuela, añade el cebollino y muévelo todo un poco cogiendo las asas con tus manos. Sírvelo y ¡prepárate para recibir halagos!

Si te encanta este picoteo, te van a enamorar estas almejas a la portuguesa, esta receta de almejas al vino tinto o las almejas en salsa verde. ¡Delicioso!