Hay un truco muy bueno para quitarse de las manos el olor a cebolla y a ajo.
Consiste únicamente en frotar las manos bajo el grifo con cualquier utensilio de acero inoxidable que tengas por la cocina (con cuidado de que no sea un cuchillo, todos tenemos una cuchara o algo que no corte)
Toma por ejemplo un cucharón bajo el chorro de agua fría y frótalo como si fuera una pastilla de jabón.
¡El olor desaparecerá!
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