A veces resulta imposible quitar la piel a los pimientos asados y con piel no resulta muy agradable de comer.
Para quitar fácilmente la piel a los pimientos se procede de la siguiente forma:
Limpiar los pimientos con un paño húmedo, secarlos y untarlos ligeramente con aceite, asar en el horno.
Una vez asados, retirar los pimientos, depositarlos en un plato hondo y cubrir con otro plato.
Al enfriarse lentamente, la piel se separa de la pulpa y resulta más fácil de quitar.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel