¿Cena con el jefe en casa?: Consejos prácticos

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Nervios e inquietud son algunos de los síntomas principales cuando alguien, como un jefe o superior del trabajo, viene a cenar a casa. A continuación, sencillas recomendaciones para tener una velada sobresaliente y sin sorpresas.

1.    El mantel

En la antigua Roma, el emperador Nerón rociaba nubes de perfume sobre sus invitados. Y tu, como buen emperador de tu casa, deseas organizar una velada memorable para tu invitado, que le impresione de verdad.  Pero intenta no quedar en evidencia.

Una mesa elegante no tiene por qué ser una mesa recargada de objetos, bordados y colores… Un mantel blanco, de un tejido de calidad, conseguirá el efecto deseado.

2.    Platos y vasos

La elección de formas y materiales es interminable: gres o porcelana delicada, lisos, blancos o en colores brillantes o suaves. Pueden estar decorados con bordes de colores que contrasten, pintados a mano con diseños abstractos, geométricos o figurativos. Las decoraciones impresas son otra alternativa.

3.    Los invitados

Es el anfitrión quien debe indicar a los invitados su puesto en la mesa. Si el invitado acude acompañado de su cónyuge, recuerda que las parejas que llevan casadas más de un año se pueden sentar separadas.

El lugar de honor, sin duda, es el que le corresponde al jefe. Si es un hombre, irá a la derecha de la anfitriona y si es una mujer a la derecha del anfitrión.

Y para la mesa…

Añade divertidos indicadores de lugar, centros de frutas (si es temporada, las fresas silvestres quedan muy bien)… Las velas son otra alternativa, siempre que no se abuse de ellas.

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