Alitas de pollo al horno con patatas

Comencemos esta deliciosa receta de alitas de pollo al horno con patatas precalentando el horno a 200ºC. Mientras se calienta, toma las patatas, pélalas y córtalas en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. En una bandeja para horno, coloca las rodajas de patatas y aliña con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Agrega pimentón dulce, comino y pimienta negra al gusto. Mezcla todo con las manos o con ayuda de una cuchara para asegurarte de que cada rodaja esté bien cubierta con los condimentos, lo que ayudará a que las patatas absorban todos los sabores durante la cocción y se conviertan en una guarnición irresistible para estas alitas al horno con patatas.

Ahora es el turno de las alitas con patatas al horno. Toma las alitas de pollo y colócalas en un cuenco grande. Añade dientes de ajo machacados, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, el jugo de limón, tomillo y un poco más de pimentón dulce. Mezcla bien para que todos los condimentos se integren y marine cada alita de manera uniforme. Esta marinada no solo aportará un sabor espectacular, sino que también ayudará a que las alas de pollo con patatas al horno queden jugosas y tiernas. Deja marinar las alitas durante unos minutos mientras el horno termina de calentarse, permitiendo que absorban todos los sabores.

Una vez marinadas las alitas, es momento de montarlo todo. Distribuye las alitas de pollo en la bandeja de horno, encima de las patatas que ya están aliñadas. Vierte un poco del caldo casero de pollo 100% natural por encima, asegurando que tanto las alitas como las patatas obtengan un extra de sabor y jugosidad durante la cocción. Levanta un poco las alitas para que el caldo penetre bien y evita que se resequen. Coloca la bandeja en el horno precalentado y cocina todo durante unos 35 minutos, hasta que las alitas estén doradas y crujientes, mientras que las patatas se asan a la perfección y absorben todos los deliciosos jugos.

Ahora que el delicioso aroma inunda tu cocina, es hora de dar un vistazo a nuestras alitas de pollo al horno con patatas. Si han pasado los 35 minutos, verifica que estén bien cocinadas: las alitas deben lucir doradas y crujientes, mientras que las patatas deben estar tiernas y sabrosas. Retira la bandeja del horno con cuidado y deja reposar un par de minutos antes de servir. Al primer bocado, te darás cuenta de que estas alitas al horno con patatas son una combinación perfecta. ¡A disfrutar de una comida rica y reconfortante! Asegúrate de tener disponibilidad de servilletas porque seguramente querrás repetir.