¿langosta o bogavante?
un debate abierto que depende de dos grandes argumentos: precio y gusto personal. la langosta tiene un sabor más fino y delicado, mientras que el bogavante tiene un sabor mucho más contundente, con más personalidad y que encaja perfectamente con sabores como los que usamos en esta receta de caldereta de bogavante. un guiso sabroso, a base de un sofrito de cebolla y una sabrosa picada de almendras que hará que el bogavante conquiste tu paladar. en cuestión del precio, manda tu bolsillo, aunque esta receta es muy versátil y también puedes hacerla con langosta.
pero, he aquí la pregunta del millón, ¿sabes diferenciar un bogavante de una langosta? que aunque digan que de noche todos los gatos son pardos, en este caso no se puede usar este refrán, ¡hay que saber diferenciar entre esos dos mariscos! curiosamente, el color es una pista. las langostas son de color ligeramente pardo, que tira a un naranja rojizo, mientras que el bogavante tiene un color oscuro, casi azul petróleo. sin embargo, la cocción los iguala, así que es fácil confundirse si los compras ya cocidos.
entonces, ¿cómo diferenciarlos? vamos a darle fin a este drama con una pista que no falla. las pinzas. el patas delanteras del bogavante son dos fuertes pinzas, perfectas para defenderse, mientras que las langostas tienen dos antenas largas y elegantes que les ayuda a moverse y orientarse en el fondo marino en busca de comida y peligros.
a pesar de estas diferencias, ambos se cocinan igual: vivos. sí, es un trauma tener que cocer vivo a un bogavante o una langosta, pero su carne es tan suave que enseguida pierde frescura. por ello se cuecen o asan vivos, para que la carne esté lo más fresca posible.
ahora que ya sabes cómo diferenciarlos en el mostrador de la pescadería, sólo te queda saber cómo hacer esta caldereta de bogavante, muy rica y sabrosa. ¡sabemos que te va a encantar!