Los callos de ternera son una opción deliciosa y fácil de preparar, perfecta para compartir con la familia o amigos en cualquier ocasión especial. Este plato tradicional se caracteriza por su sabor intenso y su textura reconfortante, lo que lo convierte en una excelente elección tanto como plato principal como acompañamiento para otras delicias. Además, los callos son tan versátiles que pueden adaptarse a diferentes recetas, ya sea en un guiso sustancioso o una presentación más ligera y contemporánea.

Originarios de la cocina popular española, los callos de ternera han recorrido un largo camino en la gastronomía, convirtiéndose en un símbolo de la cocina de invierno en muchas regiones del país. Este plato se disfruta especialmente en días fríos, proporcionando calor y satisfacción a quienes lo saborean. Curiosamente, la preparación de los callos ha sido interpretada de múltiples formas, lo que refleja la rica variedad culinaria que existe en torno a este ingrediente, convirtiéndolos en un verdadero festín para los sentidos.

Información nutricional(por ración)

Energía

450 kcal

Hidratos

15 g

Grasas

2 g

Fibra

30 g

Proteínas

30 g

¿Cuántos comensales?
4
Callo de ternera
Callo de ternera
500 gramos
Cebolla
Cebolla
1 unidad
Tomate
Tomate
1 taza triturado
Ajo
Ajo
1 diente
Chorizo
Chorizo
50 gramos
Jamón serrano
Jamón serrano
50 gramos
Bacón
Bacón
2 lonchas
Brandy
Brandy
2 cucharadas
Sal
Sal
al gusto
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Paso 1 de 5

Preparar los callos

Comienza cortando los callos de ternera en trozos manejables, asegurándote de que estén bien limpios. Coloca los trozos en una olla grande con agua hirviendo y añade una pizca de sal para mejorar el sabor. Deja que los callos se cocinen durante aproximadamente 10 minutos; este proceso ayuda a ablandarlos y eliminar cualquier impureza. Una vez que hayan pasado este tiempo, es fundamental escurrirlos adecuadamente y reservarlos. Este primer paso es crucial en las recetas de callos caseros, ya que un buen inicio garantiza la textura ideal del platillo final.

Paso 2 de 5

Sofreír los embutidos

Mientras los callos se cocinan, aprovecha para preparar el sofrito que le dará un sabor extraordinario a tus callos. Pica finamente el bacon, el jamón serrano y el chorizo. En una cazuela grande, vierte un poco de aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio. Agrega los embutidos picados y sofríelos hasta que estén dorados y crujientes. Este proceso no solo añade sabor, sino que también saca la grasa de los embutidos, lo que es esencial para que en las recetas de callos caseros se logre una profundidad de sabor irresistible. No olvides remover de vez en cuando para que no se peguen.

Paso 3 de 5

Añadir cebolla y ajo

Con los embutidos dorados, es el momento de potenciar el sofrito. Incorpora a la cazuela la cebolla rallada y el diente de ajo picado finamente. Remueve bien y deja que se cocinen juntos a fuego medio, vigilando que la cebolla se vuelva transparente y adquiera un ligero dorado. Este paso es vital para que los sabores se combinen y se intensifiquen, haciendo que tus callos sean aún más sabrosos. La base aromática de estos ingredientes es lo que separa una simple receta de callos de ternera de la experiencia auténtica que todos buscan en las recetas de callos caseros.

Paso 4 de 5

Mezclar callos con el sofrito

Al tener el sofrito listo, es el momento de hacer la magia. Añade los callos cocidos a la cazuela, mezclándolos cuidadosamente con el sofrito de cebolla y ajo. Para realzar aún más el sabor, vierte un chorrito de brandy sobre la mezcla. Cubre la cazuela y deja que todo se cocine a fuego lento durante unos 15 minutos. Este paso es clave en las recetas de callos caseros, ya que permite que todos los sabores se integren y que los callos absorban las esencias del sofrito, creando una textura tierna y un gusto absolutamente delicioso.

Paso 5 de 5

Servir y disfrutar

Cuando los callos estén cocidos a la perfección y tiernos, asegúrate de rectificar de sal según sea necesario. Este es el momento culminante de tu esfuerzo; sirve el plato caliente en cazuelas individuales o en una fuente. Los callos de ternera son ideales para acompañar con un buen trozo de pan crujiente o arroz, lo que realza la experiencia culinaria. Recuerda que este plato es un clásico en muchas cocinas, y cada bocado debe disfrutar siendo el resultado de una cuidada atención al detalle que caracteriza a las mejores recetas de callos caseros. ¡Buen provecho!

Los callos de ternera son un plato reconfortante y lleno de sabor que no solo deleitará a tu paladar, sino que también te brindará una experiencia culinaria gratificante. Su preparación es sencilla, lo que los convierte en una opción ideal para cualquier ocasión, ya sea una comida familiar o una cena con amigos. Además, este guiso es una potente fuente de nutrientes, ofreciendo proteínas y colágeno para una dieta equilibrada. Su versatilidad en la cocina permite adaptarlos a diferentes gustos, añadiendo ingredientes o especias que enriquezcan aún más su sabor.

Ahora que has aprendido a preparar unos deliciosos callos de ternera, te animamos a explorar más recetas relacionadas en nuestra web. Atrévete a experimentar con nuevas combinaciones de ingredientes para crear tu versión única de este clásico o descubre otros platos que complementen este suculento guiso. ¡La cocina es un mundo lleno de posibilidades y tú tienes el poder de hacerlo aún más delicioso!

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