Cocido de verano

Empezamos preparando los garbanzos secos, primero vamos a dejarlos en remojo con agua y una cucharadita de bicarbonato sódico durante 12 horas a temperatura ambiente o unas 24 horas si vas a dejarlos reposar en la nevera. La cantidad de agua necesaria es de aproximadamente el doble que de garbanzos, eso es así porque los garbanzos van a hincharse mientras se hidratan, absorbiendo el agua.

Cuando haya pasado el tiempo de remojo, lava bien los garbanzos bajo el grifo para eliminar el sabor amargo del bicarbonato sódico, que puede ser muy desagradable al gusto.

Pon una olla al fuego con agua y una hojita de laurel, y cuando hierva, añade los garbanzos y la mitad de la sal que quieres añadir en total. Hervimos los garbanzos a fuego medio durante 90 minutos y al acabar la cocción añadimos el resto de la sal. Si vas a hervirlos en una olla exprés, necesitarás la mitad del tiempo de cocción, unos 45 minutos aproximadamente.

Escurre bien los garbanzos y resérvalos para el siguiente paso.

Seguimos con la preparación de los ingredientes: vamos a cortar las patatas. Primero pélalas con un pelador de verduras y córtalas con un cuchillo de puntilla a mano alzada, haciendo cortes irregulares y arrancando el último tramo de corte para crear aristas en la patata. Este proceso se conoce como “chascar”, y nos ayuda a conseguir que el almidón presenten de forma natural en la patata se suelte durante la cocción y de espesor al cocido.

En una olla, cubre los garbanzos con agua abundante y cuece durante 1 hora junto con la carne, el chorizo, las judías verdes y el apio.

Añade las patatas y mezcla bien. Desmenuza la pastilla de Avecrem, corrige el punto de sal y deja cocer todo junto unos 30 minutos más, hasta que reduzca el caldo en una salsita deliciosa.