Confit de pato con patatas| Recetas Gallina Blanca

Comienza dejando los muslos de pato a temperatura ambiente para que la grasa se suavice ligeramente. Esto facilitará el proceso de cocción. A continuación, coloca los muslos en una cazuela amplia y ponla a fuego suave, asegurándote de taparla para mantener la temperatura constante. La clave del confit de pato es la cocción lenta, que permite que los sabores se concentren y que la carne se vuelva tierna. Cuando veas que la grasa empieza a derretirse, da la vuelta a los muslos y continúa cocinando durante unos cinco minutos más por el otro lado, manteniendo siempre el fuego bajo. Así lograrás un pato confitado en su punto perfecto.

Mientras los muslos de pato se cocinan en la cazuela, aprovecha para preparar las patatas. Corta las patatas en rodajas y colócalas en una olla con agua y Avecrem Vegetal. Este caldo potenciará el sabor y le dará un toque especial a las patatas. Cocina las patatas hasta que estén al dente, lo que asegura que mantendrán su forma en el siguiente paso. Una vez alcanzada la cocción deseada, escurre las patatas y resérvalas. Estas serán el complemento perfecto para tu plato de confit pato, contrastando con la suave textura del muslo de pato.

Una vez que los muslos de pato han alcanzado su punto óptimo, retíralos de la cazuela y mantenlos calientes. Ahora es el momento de usar la misma grasa en la que se confitaron los muslos para potenciar aún más los sabores. Coloca las patatas reservadas en la cazuela con la grasa caliente y deja que se confiten, permitiendo que absorbent el delicioso sabor del pato. Si consideras que es necesario, añade un poco de sal para resaltar los sabores y asegurar que las patatas estén perfectamente sazonadas. Este proceso suele tardar un tiempo, pero el resultado de las patatas será espectacular y complementará de manera ideal el confit de pato.

Una vez que las patatas han absorbido los sabores y están tiernas, es hora de darles el toque final. Escurre la mayor parte de la grasa que puedas, dejando solo un poco para el dorado. Aumenta el fuego y permite que las patatas se frían, volviéndose crujientes y doradas por fuera. Mientras tanto, devuelve los muslos de pato a la cazuela para que la piel se tueste y se haga aún más crujiente. Una vez que todo esté dorado y listo, sirve un muslo de pato por persona junto con las patatas crocantes. Recuerda escurrir bien la grasa sobrante antes de servir, para mantener el plato ligero y equilibrado. ¡Y a disfrutar de este delicioso plato que combina el alma del confit de pato y las exquisitas patatas!