¿Quieres sorprender a tu pareja en el día de los enamorados? ¿Por qué no le preparas una deliciosa tarta y le dejas con la boca abierta? Si te apetece, entonces te encantará esta receta de corazón de fresas. Un dulce muy romántico y goloso para tomarlo de merienda o mejor como guinda de la cena de San Valentín.

Es una tarta que requiere de bastantes pasos y pequeñas elaboraciones, pero el resultado se lo vale. Y como la repostería es sobre todo técnica con seguir los pasos tendrás suficiente para hacer una tarta espectacular. Y si quieres que sea aún más romántico podéis prepararla los dos y disfrutar del placer de cocinar juntos. 

Información nutricional(por ración)

Energía

765 kcal

Hidratos

87.98 g

Grasas

26.68 g

Fibra

20.92 g

Proteínas

32.85 g

¿Cuántos comensales?
4
Fresón
Fresón
750 gramos
Leche
Leche
425 mililitros
Legumbre
Legumbre
500 gramos seca
Azúcar blanco
Azúcar blanco
100 gramos
Maizena
Maizena
30 gramos
Mantequilla
Mantequilla
50 gramos
Crema de leche
Crema de leche
75 mililitros
Yema de huevo
Yema de huevo
4 unidades
Gelatina neutra
Gelatina neutra
2 lámina 4g
Masa quebrada
Masa quebrada
1 unidad fresca
Papel sulfurizado
Papel sulfurizado
1 unidad de cocción en horno
Vaina de vainilla
Vaina de vainilla
1 unidad
Huevo
Huevo
1 unidad entero
Mantequilla
Mantequilla
al gusto
Limón
Limón
al gusto piel
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Receta

Corazón de fresas (tarta de San Valentín)

Paso 1 de 6

Prepara la crema pastelera. Para ello, corta la vaina de vainilla por la mitad. Con un cuchillo rasca las semillas que hay en su interior y ponla, junto con éstas, dentro de un cazo con la crema de leche, la leche y la piel de limón. Levanta un hervor al líquido, retíralo del fuego y deja que infusione, tapado, durante media hora.

Paso 2 de 6

recipe-step-2

Aparte, bate las yemas y el huevo entero con el azúcar. Mézclalos hasta que obtengas una pasta blanca.
Pon la maicena dentro de un colador e incorpórala, despacio y en forma de lluvia dentro de la mezcla de huevos y azúcar. Coloca este preparado dentro de un cazo que pueda ir al fuego.
Cuela la leche y caliéntala de nuevo. Cuando haya adquirido temperatura, pero antes de que hierva, viértela, poco a poco y removiendo bien con un batidor, dentro del cazo donde hay la mezcla de los huevos. Mueve bien la mezcla con el batidor: la maicena evitará que quede aire dentro de la crema.
Deja a cocer la crema a fuego muy lento sin cesar de remover con el batidor hasta que hierva (salen pequeñas burbujas de dentro de la crema). Aproximadamente pasados unos dos o tres minutos sácala del fuego.

Paso 3 de 6

Añade la mantequilla y mezcla bien para incorporarla bien a la crema.
Cuela la crema por un colador chino y disponla en una bandeja para que se enfríe.
Para evitar que se le forme una capa dura encima debido al contacto con el aire, colócale un papel film encima que toque su superficie.
Es importante no preparar la crema pastelera dentro de un recipiente de aluminio porque, si lo haces, al batir con el batidor se podrían desprender partículas de aluminio del fondo del recipiente, las cuales son tóxicas y, además, ensuciarían el color de la crema.

Paso 4 de 6

Extiende la masa quebrada de forma que tenga una medida un poco más grande que la del molde que vayas a usar.
Si el molde no es antiadherente, úntalo con mantequilla.
Coloca la masa con cuidado sobre el molde: tienes que procurar que los bordes no bajen hacia el centro.
Dispón un papel sulfurizado en la base de la masa y ponle las legumbres secas encima. Cuece la masa en el horno precalentado a 180oC hasta que esté bien dorada (unos 15 a 20 minutos).

Paso 5 de 6

recipe-step-5

Deja enfriar la masa, retírala del molde y rellénala con la crema pastelera. Lava bien los fresones, córtales la base con las hojas y colócalos, con la punta hacia arriba, sobre la crema, cubriendo toda la superficie del interior del molde.

Paso 6 de 6

recipe-step-6

Pon a hidratar la gelatina en agua fría. Cuando se haya ablandado, escúrrela y caliéntala unos instantes en un cazo con un poco de agua a fuego bien lento.
Con cuidado con un pincel, pinta los fresones con gelatina. Guarda la tarta en la nevera para que la gelatina tome cuerpo. Sirve la tarta a temperatura ambiente.

Antes de caer en la tentación de esta increíble tarta podéis redondear el menú romántico y daros el lujo de cocinar la receta de langosta Thermidor, un plato de origen francés súper sabroso. 

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