Estofado de sepia

Para hacer esta receta de estofado de sepia con patatas y guisantes comenzamos sofriendo el ajo y la cebolla finamente picados en aceite de oliva durante 10 minutos a fuego suave. Cuando la cebolla haya cambiado de color y esté pochadita añadimos la sepia troceada (ojo, si nos la limpian en la pescadería nos facilitarán mucho la tarea) y dejamos cocerse todo durante 8 o 9 minutos más.

Transcurrido este tiempo, incorporamos la cucharadita de pimentón dulce y el tomate cortado en daditos pequeños de aproximadamente medio centímetro. Además de sabor y textura, estos dos ingredientes son los responsables de darle al estofado ese color rojo-anaranjado tan característico y apetitoso. Cocinamos durante unos 8 minutos más removiendo sutilmente con la cuchara de madera para evitar que se nos peguen los ingredientes en el fondo.

Cuando esté todo bien ligadito, vertemos gentilmente (nos encanta esta expresión tan británica) el medio litro de Caldo Casero de Pescado 100% Natural e incorporamos las patatas peladas y cascadas (más abajo te explicamos lo que es “cascar” una patata, por si te ha sonado a chino). Llevamos todo a ebullición. Una vez rompa a hervir, bajamos el fuego a suave y, sin tapar, dejamos cocinar durante 10 minutos más para que el agua del caldo se evapore más rápidamente y obtengamos así una consistencia mucho más interesante. Finalmente añadimos los guisantes y cocemos 5 minutos más. Apagamos el fuego, dejamos reposar un par de minutos y servimos caliente este lujazo de plato procedente del mar y de la huerta. ¡A disfrutar de este increíble plato, que te lo has ganado!

Solo te diremos que si te ha sobrado alguna cantidad, al día siguiente sigue estando de muerte y todo ha quedado más reposado. Llévate un tupper al trabajo porque ya verás que la semana así se te hace mucho más llevadera.

¿Quieres más ideas? Ahora que le has cogido el truquito a este delicioso pescado, lánzate a preparar esta sana y rica sepia al horno acompañada de una patatas con las que disfrutas mucho. Este arroz con sepia también está para chuparse los dedos. Su combinación con arroz es perfecta porque a veces queremos que nuestro plato tenga ese toque a mar pero no un sabor tan fuerte como le dan unos langostinos, por eso este pescado es el mejor sustituto bien respetuoso y suave.

Por último, no puedes dejar de hacer estas albóndigas con sepia y guisantes. ¿Por qué? Pues porque, amigo y amiga mía, la combinación de sabores de mar y montaña es especialmente sabrosa en esta tradicional receta y no tengas ningún temor porque todo está explicado, paso a paso, de maravilla para que te salgan como a tu abuela. Esperamos que se te haya abierto el apetito y que lo hayas cerrado comiendo estos manjares.