Langosta Thermidor

Comienza por salpimentar las langostas, asegurándote de que cada una esté bien sazonada para resaltar su sabor. A continuación, agrégales un chorrito de aceite de oliva, lo que ayudará a que se cocinen de manera uniforme y adicionalmente impartirá un delicioso aroma. Coloca las langostas en una bandeja que resista el calor del horno, con la carne mirando hacia arriba. Hornea a 180°C durante unos 15 minutos, lo que permitirá que la carne se cocine y se impregne de los sabores. Tras sacarlas del horno, retira la carne de las colas y córtala en dados de aproximadamente un centímetro, no olvides que para el bogavante debes también extraer la carne de las pinzas. Resérvalas junto con las cáscaras, que serán importantes para la presentación final del plato de langosta thermidor.

Para el relleno, coloca en una cacerola el vino blanco seco, el caldo casero de pescado y el caldo casero de carne, y lleva a fuego medio. Agrega también el estragón, el perifollo y la escalonia pelada y cortada en láminas finas. Deja que la mezcla reduzca hasta que adquiera una consistencia cremosa, lo que intensificará los sabores y hará que la salsa sea más rica. Una vez que se haya reducido, cuela la mezcla y continúa cocinando hasta que espese bien. Recuerda cubrir la salsa con un trozo de papel film para evitar que se forme una costra, lo que es crucial para que la langosta a la termidor conserve su suavidad y textura ideal.

Ahora es el momento de preparar una bechamel que complementará perfectamente a la langosta thermidor. Sigue las instrucciones del sobre de la salsa bechamel de Gallina Blanca, utilizando leche fresca. Cuando esté lista, mezcla la bechamel con la salsa reducida que preparaste anteriormente y una cucharada de mostaza en polvo. Este toque aportará un contraste de sabores que hará resaltar el plato, así que no dudes en ajustar el sazonamiento con sal y pimienta al gusto. La combinación de estos ingredientes aportará una cremosidad perfecta, esencial para la auténtica langosta a la termidor.

Llega el momento de ensamblar nuestra exquisita langosta termidor. Toma los caparazones de las langostas y coloca en la base un poco de la salsa bechamel y el relleno preparado. Luego, cubre cuidadosamente con los dados de carne de langosta que reservaste, asegurándote de distribuirlos de manera uniforme. Por último, añade el resto de la salsa para encerrar todos los sabores. Espolvorea generosamente queso rallado por encima y coloca algunos trozos de mantequilla, que ayudarán a dorar y gratinar la superficie en el horno. Hornea a temperatura alta hasta que obtengas un dorado apetitoso, lo que culminará en una presentación impresionante y deliciosa para servir este clásico de la langosta termidor.

Una vez que la langosta termidor ha estado en el horno y el queso está burbujeante y dorado, retira los caparazones con cuidado. Es importante dejar que reposen un par de minutos antes de servir, así los sabores se asentarán y permitirán que el plato se controle en su forma. En cuanto a la presentación, puedes acompañar tu plato con una guarnición sencilla como una ensalada verde o un arroz que contrasta adecuadamente. La langosta a la termidor, con su crema rica y su característico gusto marino, será sin duda la estrella de la cena. Disfruta de este platillo que combina técnicas clásicas de cocina con la frescura del mar.