Masa filo al horno rellena de pisto y huevo | Recetas Gallina Blanca

Comienza precalentando el horno a 200 °C para asegurarte de que esté a la temperatura ideal para las recetas de pasta filo al horno. Mientras calienta, coloca varias hojas de masa filo sobre la encimera, asegurándote de no romperlas. En un recipiente, derrite una porción de margarina en el microondas. Con un pincel, aplica una capa uniforme de margarina sobre cada hoja de masa filo. Repite el proceso, poniendo una hoja sobre otra y untando cada una. De esta manera, tus rollitos tendrán una textura crujiente y sabrosa. Además, al formar bordes doblando los extremos de la masa, garantizarás que el relleno no se escape durante el horneado.

Una vez que tu masa filo esté lista, forra una bandeja de horno con papel vegetal. Este es un paso crucial que se basa en la experiencia de muchas recetas de pasta filo al horno, ya que evita que la masa se pegue. Después, extiende el sofrito de tomate y verduras sobre la última capa de masa filo que preparaste. Asegúrate de distribuir de manera uniforme el sofrito, para que cada bocado esté cargado de sabor y no haya partes secas. Esta base sabrosa será la protagonista de tus rollitos y complementará perfectamente la textura crujiente de la masa.

Con el sofrito en su lugar, es hora de darle el toque final a tus rollitos. Cuidadosamente, rompe los huevos de codorniz y colócalos con delicadeza sobre el sofrito. Sazonar con sal y pimienta al gusto es esencial en este paso. Esta combinación resaltará los sabores de los ingredientes. Recuerda que el uso de huevos de codorniz no solo es un guiño a la presentación, sino que también añade un sabor exquisito a tu masa filo rellena. La clave está en asegurar que cada huevo se asiente bien en el sofrito, para que en el horneado se mantenga jugoso.

Finalmente, introduce la bandeja en el horno precalentado y hornea durante 7 a 10 minutos. Este tiempo es crucial para garantizar que los huevos se cocinen adecuadamente y que la masa filo alcance su punto dorado y crujiente. Puedes observar cómo la masa empieza a inflarse y dorarse a medida que se cocina, lo que asegura que el resultado final sea atractivo y delicioso. Una vez que los huevos estén cuajados y la masa llegue al nivel de crujiente deseado, retira del horno y corta en porciones para servir. Para una comida espectacular, acompaña tus rollitos con un vino rosado o blanco bien frío; es la combinación perfecta para resaltar los sabores de esta receta de masa filo que seguro encantará a tus invitados.