Paella de pollo

Para comenzar con esta deliciosa receta de paella de pollo, es fundamental preparar un buen sofrito. En una sartén amplia o en la paellera, calienta un chorro generoso de aceite de oliva a fuego medio. Una vez caliente, incorpora unos dientes de ajo, pelados y cortados en láminas finas. Deja que el ajo se dore ligeramente, pero sin que llegue a quemarse, ya que esto le dará un sabor único al plato. Después de unos minutos, agrega el pimiento verde, previamente cortado en pequeños trozos, y rehoga todo junto hasta que el pimiento esté tierno. Este es un paso crucial para hacer una paella pollo, ya que el sofrito le dará la base de sabor que necesita tu paella.

Ahora que el sofrito ya está listo, es momento de añadir las alitas de pollo. Asegúrate de salpimentarlas bien antes de incorporarlas a la sartén. Con el fuego aún a medio, dora las alitas en el mismo aceite donde has sofrito el ajo y el pimiento. Este proceso no solo sella los sabores, sino que también permite que las alitas se cocinen de manera uniforme. Una vez doradas, retíralas de la sartén y resérvalas. Recuerda que en esta receta de paella de pollo, las alitas son una opción jugosa y sabrosa que hará que tu platillo sea irresistible.

Con las alitas de pollo ya reservadas, es momento de añadir el arroz en la paellera. Aumenta el fuego a alta temperatura y vierte el arroz directamente en el sofrito, mezclándolo bien con los ingredientes para que se impregne de todos los sabores. Después de un par de minutos, es tiempo de añadir el caldo casero de pollo que debes tener caliente. Esto es esencial para que el arroz se cocine adecuadamente. Asegúrate de usar una buena cantidad de caldo ya que este será el líquido que permitirá que el arroz se cocine al punto ideal. Este paso es clave en como hacer una paella pollo, así que presta atención al tiempo de cocción y la cantidad de líquido.

Finalmente, una vez que hayas agregado el caldo a la mezcla de arroz y alitas, lleva el fuego a un punto alto hasta que el líquido empiece a hervir. En cuanto eso ocurra, reduce el fuego a medio y espera entre 15 a 20 minutos, dependiendo del tipo de arroz que uses. Es importante no remover el arroz durante esta etapa, ya que buscas que se forme una costra en el fondo. Cuando el arroz haya absorbido el caldo, apaga el fuego y cubre la paella con un paño limpio durante cinco minutos. Este reposo es crucial para que los sabores se asienten y el arroz termine de cocer. Al servir tu paella de pollo, verás que has logrado un plato delicioso y lleno de sabor, perfecto para compartir.