Pasta con calabacín y ricotta

¿te ha pasado alguna vez que estás comiendo un calabacín, sea al horno o a la sartén, y te encuentras con algunos trozos que están más hechos que otros?

de este modo, cuando el pastel esté al horno, los trozos de calabacín se cocinarán de manera uniforme y, así, conseguirás la textura adecuada. 

verás como, así, ya no vuelves a tropezar con algún que otro trozo de calabacín crudo mientras estés disfrutando de tu riquísima receta. 

Si bien el queso parmesano rallado es un ingrediente clásico de las pastas, tiene algún secreto en el cómo debe usarse y también alguna excepción a la hora de incluirlo.

si la salsa está hecha a base de aceite no conviene poner parmesano. si el plato lleva pescado o marisco, tampoco. en caso de usar pasta corta, el queso se ralla grueso y si la pasta es larga, se ralla fino.

Si no te acaban de convencer los calabacines crudos puedes probar a hacerlos al vapor unos 4-5 minutos.

de esta manera, tendrán una textura más suave pero sin que hayan perdido ni su sabor ni su color.

Conseguir las albóndigas de calabacín perfectas

la parte interior de los calabacines redondos contiene mucho líquido y es muy fibrosa. esto puede hacer que sea complicado que las albóndigas queden bien redondas. para solucionarlo, incluye a la mezcla una yema de huevo. la yema hará que la masa quede más compacta y que te queden unas albóndigas perfectas.  

guardarguardar