Solomillo con salsa de manzana y mostaza

Comienza por calentar un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Una vez que el aceite esté caliente, coloca los solomillos de cerdo. Es fundamental dorar la carne de manera uniforme para que adquiera una deliciosa costra externa. Este proceso puede tardar unos minutos; asegúrate de no mover la carne demasiado para permitir que se dore bien. Cuando estén listos, retira los solomillos de la sartén y resérvalos. La grasa que se queda en la sartén será esencial para el siguiente paso en la preparación de la salsa de manzana para solomillo.

En la misma sartén donde doraste el solomillo, añade las cebollas troceadas. Sofríelas a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, hasta que comiencen a caramelizarse y tomen un ligero color dorado. Este proceso permitirá que las cebollas suelten sus azúcares naturales, añadiendo dulzura al plato. Luego, agrega las manzanas golden peladas y cortadas en cubos, permitiendo que se integren en la mezcla. Cocina hasta que las manzanas estén ligeramente doradas; este es el momento perfecto para desmenuzar la pastilla de Avecrem Caldo de Carne -30% de sal, que potenciará los sabores de la salsa de manzana que acompaña al solomillo.

Cuando tanto las cebollas como las manzanas estén bien doradas, añade dos cucharadas de mostaza a la antigua directamente a la mezcla. Es crucial combinar todos los ingredientes para que los sabores se mezclen de manera uniforme. Revuelve bien y asegúrate de que cada trozo de fruta y cebolla esté impregnado con la mostaza. Después, vuelve a introducir los solomillos en la sartén y mezcla con cuidado, asegurándote de que la carne esté cubierta con la salsa que se está formando. Cocina a fuego suave, permitiendo que la carne se termine de hacer y los sabores de la salsa de manzana para solomillo se intensifiquen. No olvides comprobar el punto de sal antes de finalizar la cocción.

Una vez que la carne esté cocida y tierna, retírala de la sartén y déjala reposar durante unos minutos. Este tiempo de reposo es importante para que los jugos se redistribuyan. Mientras tanto, puedes preparar la guarnición. Corta los solomillos en rodajas, idealmente en diagonal, para presentar mejor el plato. Sirve las rodajas de solomillo sobre un plato, y vierte generosamente la salsa de manzana que ha quedado en la sartén. Puedes optar por dejar la salsa tal cual o triturarla si prefieres una textura más suave. Acompaña con unas patatas al vapor, arroz blanco o una simple ensalada para equilibrar los sabores.

Antes de servir, asegúrate de ajustar el aliño de la salsa, añadiendo sal y pimienta al gusto si es necesario. Presentar el solomillo con la salsa de manzana para solomillo de manera elegante es fundamental. Puedes decorar con hierbas frescas como perejil o cebollino picado para dar un toque de color y frescura al plato. Este plato es perfecto para una cena especial o una celebración familiar. Al disfrutar de esta combinación de sabores, sentirás cómo la riqueza del solomillo se complementa con la dulzura de la salsa de manzana.