Con ello se consigue que no pierdan su color verde ni su textura. Y, debes de estar preguntándote: “¿Cómo lo hago?”
¡Pues muy sencillo! Cuando las judías estén hervidas, agrégalas en un bol con agua y cubitos de hielo. Otra opción para cortar su cocción es también poniéndolas debajo del grifo con agua fría.
¡Verás como si haces este sencillo paso, vas a conseguir que las judías no pierdan ni su verde ni su textura!
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