Una manera de comprovar si el solomillo está muy hecho o poco hecho es presionar la carne con el dedo mientras se cuece. Si está poco hecha notarás que a la presión es blanda, así tendrás un carne cruda por dentro pero caliente y jugosa. Mientras que si ya está al punto la notarás más dura a la presión, de manera que te saldrá una carne rosada en el interior y hecha en el exterior. Por último, cuando está hecha, se vuelve más dura la carne y cuando la presionamos está tersa. En este caso tendrás una carne grisácea y muy poco jugosa.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel