Si cortas ajos, es normal que no te puedas quitar después el olor de los dedos. Para conseguirlo, pasa las manos debajo del chorro de agua fría, sujetando la punta del cuchillo con los dedos pero sin restregártelas, sólo que se te mojen. Luego te las secas, y veras como el olor es mucho menos intenso y desaparece pronto.
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